martes, 17 de junio de 2008

Llueve





Uno, Dos, Tres...

Como gotero pasan los días
hace frio, llueve...

La lluvia me trae recuerdos, recuerdos de mi tierna infancia... cuando no importaba nada mas sino demostrarles a mis primos que yo era igual a ellos... es decir, que podía hacer exactamente lo mismo que ellos o mejor aún...

Mi madre dice ( y yo puedo confirmar que era cierto) que en cuanto pisaba suelo en el rancho de mis abuelos, yo olvidaba lo que eran los zapatos y las cintas para el cabello.. y que no volvía a verme, hasta el día en que teníamos que regresar...

Recuerdo que dormía cada día en diferentes casas, que acompañaba a mis primos mas grandes a darle de comer a las vacas, que montábamos a caballo para llegar hasta donde mis tíos y sus peones sembraban, que llovía tan fuerte que teníamos prohibido acercarnos al río.

Que mi Abuela, me correteaba por alguna travesura (de esas inocentes que los chiquillos a esa edad hacen, como llenar de frijoles todos y cada uno de los orificios que el motor del tractor de mi tío tenía. el tío que lleva por nombre el mismo que mi padre.)

Llueve afuera y hace frio, la Gaviota se recarga en una silla en la oficina, mientras ve la lluvia caer y recuerda que fue feliz en su infancia, que nada le arrancaba la ilusión de llegar a casa de su Abuela, y deshacerse de los zapatos, y de las cintas para el pelo.

Alguna vez, hace pocos años, nos juntamos toda la familia paterna... mis Abuelos ya no están, ellos partieron ya... pero contamos entre los nietos a 52 en primer grado...

Que si me quejo de tener tanta familia?... la respuesta es no, sobre todo en días como este, cuando la lluvia me recuerda nuestras andanzas. camino de inocencia en chiquillos que no distinguían que yo, su prima, la que lleva el nombre de la Abuela, era justo eso... una niña...

Afuera llueve y hace un poco de frio...

La Gaviota, desnudando su alma...
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